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Foto del escritorChema García

ANÁLISIS SOBRE EL USO DE ARMAS DE FUEGO REALES EN rodajeS


El pasado 21 de octubre, se produjo un accidente con un revólver de utilería en el rodaje del largometraje "RUST", reabriendo la polémica sobre el uso de armas de fuego reales en producciones audiovisuales.


La producción estadounidense de género western y de bajo presupuesto (seis millones de dólares) en la que el actor Alec Baldwin participaba como productor, compartiendo también parte del elenco de actores, en el cual, curiosamente, se incluyó al genial Jensen Ackles.


En este suceso, Baldwind se encontraba ensayando una escena en la que debía apuntar a cámara con un revolver, en ese momento, el actor disparó y salió una bala real que terminó con la vida de la directora de fotografía e hiriendo al director y al jefe de iluminación.

Este polémico incidente, ha sido comentado dedicando espacios informativos en múltiples medios de comunicación; Antena 3, TVE, Cope, etcétera.

Mi sorpresa al escuchar a algunos “expertos de feria o típicos sells fumes” explicando este suceso ha sido proporcional a la profunda vergüenza. Un insulto profesional y una falta de respeto a los espectadores y lectores. Unas barbaridades mencionadas por unos supuestos entendidos que dejan en evidencia su total desconocimiento sobre las cuestiones más básicas en la temática de armas de fuego y su manejo. Por ejemplo, algunas de sus menciones son:

  • “Las balas de fogueo son balas sin la parte dura”.

- Corrección: Cartuchos de fogueo son cartuchos sin proyectil. -

  • “Las balas de fogueo tienen un tapón de papel y a menos de seis metros te pueden matar”.

- Corrección: Una afirmación absurda, totalmente equivocada. -

  • “La denominación de “Arma Fría” se refiere a cuando el arma no está cargada con cartuchos reales”.

- Corrección: Realmente, esta expresión se utiliza en EEUU para comunicar que el arma está vacía, ya sea de cartucho real o detonador. -


Como he dicho, una persona que piensa estas barbaridades, conseguirá engañar al público.

Es indispensable, para tratar esta cuestión, de manera seria, conocer principios básicos de balística. Es decir, funcionamiento mecánico del arma de fuego y comportamiento del proyectil, así como, la manera de trabajar con armas de fuego en las producciones audiovisuales.

Los diferentes medios han publicado artículos en los que se contradicen en los detalles de este incidente. No obstante, a continuación se expondrán los datos más precisos posibles para obtener una valoración crítica sobre el caso y concluir si las armas reales son imprescindibles en las producciones o no.


Para comenzar, hay que comentar por qué en algunos rodajes (pese lo que la mayoría de la gente cree, no solo en EEUU), de vez en cuando se emplean armas de fuego reales con munición detonadora en lugar de imitaciones de fogueo. Por ejemplo; en España, aunque no es habitual, SÍ se utilizan armas reales como atrezo en algunas producciones, dentro de un marco "alegal", que han estado presentes, por ejemplo, en escenas de la serie “La Casa de Papel” y en el largometraje “Way Down”, por mencionar algunas. Esta elección de armas reales, se debe a tres razones principalmente:

  • Conseguir el máximo realismo; este argumento de las productoras es un sinsentido, ya que las armas de imitación actuales están tan logradas en su diseño que no se diferencian de las reales.

  • Ahorro; este punto sí se matiza más en EEUU por la gran cantidad de armas reales existentes, siendo un mercado más accesible, variado y económico que las réplicas detonadoras.

  • La necesidad de utilizar un arma que posea determinadas características que no estén disponibles en ningún arma de imitación.

Pros y contras de las armas detonadoras en producciones audiovisuales.


Pros:

  • La llamarada crea un efecto más realista, aunque posteriormente se pueda retocar en VFX o por CGI; la combustión de la pólvora en su detonación produce una llama saliente por el cañón, al igual que armas reales, ya que el cartucho detonador mantiene los mismos componentes que uno real excepto, obviamente, el proyectil.

Hacemos un pequeño hincapié en este punto; algunos directores están obsesionados con el realismo de los detalles (jugar con ficción y realidad) pero siempre les queda sin cubrir de manera verosímil otros aspectos en los que no prestan atención y desestabiliza la recreación verosímil, es decir, pongamos un ejemplo real: Serie “Santo”, el departamento de vestuario se esfuerza para que todo detalle en las uniformidades policiales GEO, sea reflejo de la realidad, ayudante de dirección se implica para que los movimientos y técnicas de una escena de acción quede realista ante la cámara, pero el coordinador de acción indica a los personajes policiales de tipo francotirador que disparen sus armas de precisión con el casco integral puesto… algo totalmente surrealista.

  • Realismo en el movimiento de la corredera y expulsión de vaina en armas largas semiautomáticas o automáticas; el cerrojo se acciona con la fuerza de los gases de la combustión de la pólvora y se expulsa las vainas de la recámara, creando una imagen completamente realista.

  • Motivación y referencia del actor en su interpretación en escena; el actor tiene como guía el efecto de retroceso sin necesidad de representarlo, además, también se motiva en su interpretación por las detonaciones producidas en cada disparo.

Contras:

  • Peligrosidad; los disparos de las armas detonadoras pueden producir quemaduras a distancia ultracorta y la muerte a bocajarro (cañón tocante) en la cavidad craneal. Es necesario utilizar tapones para protección auditiva.

  • Munición limitada; condiciona la escena a un determinado uso de disparos y a la vez, también condiciona el desarrollo de la secuencia, requiere que los actores cuenten sus disparos o mantengan un control de la capacidad de munición para evitar fallos de raccord difíciles de salvar en la posproducción.

  • Coste superior; el alquiler de las armas y los costes de la munición son más elevados que imitaciones de tipo airsoft y, además, requieren presencia de un armero en el set.


Los accidentes con armas de fuego en ámbito audiovisual no son muy frecuentes, pero si son totalmente evitables. El primer accidente registrado, data de 1915, en un film de ambientación bélica en la que los figurantes disparaban a través de una puerta con munición real, atravesando esta dicha puerta e impactando contra el extra Charles Chadler, que se encontraba tras ella.


Otro accidente que generó polémica fue el del actor Brandon Lee, en 1993, que, en plena filmación, uno de los personajes que le tenían que disparar en esa escena tenía un arma (revólver) del que salió un proyectil, matando al actor.

La causa de este accidente se debe a una negligencia por parte de los responsables de las armas que, necesitando en una escena que se viera el frontal del arma, es decir, un frontal del cilindro dejando ver las puntas de los cartuchos, y no teniendo disponibles cartuchos inertes, decidieron crearlos ellos mismos vaciando las vainas de pólvora, pero no contaron con la fuerza del pistón (cápsula iniciadora adosada en el culote de la vaina), accionando el disparo y desplazando el proyectil con la energía suficiente para quedarse encajado en el cañón, finalizando la escena sin percatarse de este detalle, ruedan la siguiente en la que los proyectiles en esta ocasión serian de fogueo y como hemos visto anteriormente, al cartucho de fogueo solo le falta el proyectil para ser real, al disparar el arma el gas sale despedido por la detonación y encuentra al proyectil que se había quedado encajado en el interior del cañón empujando este saliendo despedido con fuerza hasta impactar en el abdomen de Brandon y matando a este.


Otro accidente más, con armas en rodaje, fue la del actor Jon-Erik Hexum, en 1984, en la grabación de la serie de TV (Cover Up) en la que era protagonista, el actor se disparó a propósito, como broma en la sien cuando estaba esperando a grabar su escena, los gases y fragmentos de pólvora dañaron el cerebro produciéndole la muerte.


Retomando el caso Baldwin; según parece, la responsable de las armas, hija de un conocido armero de Hollywood, confesó que no se veía capaz para el puesto y mostraba cierto desconocimiento para recargar las armas, este es un detalle importante que pone en evidencia el abismal desconocimiento profesional. La contratación de esta empleada es una negligencia ya de por sí. Esto fue también lo declarado por el jefe de iluminación y por la supervisora de guion, que recientemente han impuesto una denuncia contra la producción por permitir un rodaje peligroso en el que ya habían tenido algún susto con las armas detonadoras y con las condiciones precarias laborales que se mantenían durante el rodaje que causaron el abandono de parte del equipo técnico. Todo esto se une a un ayudante de dirección (algunos medios lo mencionan en cargo de auxiliar de dirección) poco profesional que informó erróneamente que el arma estaba vacía y a un actor (Alec Baldwin) que tampoco revisó su arma en el momento de recibirla.

La máxima culpabilidad de este accidente pertenece primeramente a la producción por la contratación de personal no cualificado a sabiendas de que la jefa de armas carecía de la capacitación necesaria, y además no garantizar la seguridad del equipo de trabajadores. En segundo lugar, por la encargada de las armas, ya que deben estar en todo momento bajo su responsabilidad y además, extrajo las vainas del arma después del accidente, sabiendo que forman parte como pruebas de una investigación; a esta le sigue la negligencia del ayudante de dirección, que según parece, en EEUU es el encargado de realizar una segunda inspección al arma (después de la armera). Por último, el actor debe efectuar una tercera inspección a no ser que el armero le muestre directamente el estado del arma (delante de sus ojos).


El caso en sí, es averiguar por qué había munición real junto con detonadoras. Según se comenta, algunas personas del equipo técnico habrían practicado el tiro real con el arma en la zona del rodaje durante el descanso, tras el set de rodaje, aprovechando la gran explanada desértica del lugar. Esta historia cuadra con el hallazgo policial de varios proyectiles en la zona. Al retomar la actividad, nadie habría cambiado los cartuchos o los habrían confundido, entregando un arma con munición letal al actor.


Finalizando, llegamos a la conclusión que un arma real no compensa en ámbito audiovisual. Que las detonadoras son las más indicadas porque no solo aportan realismo, sino que por su peso y características les “aportan energía” a los actores en sus escenas.

Es imprescindible que los actores estén formados en su manejo.


De igual modo, algunos productores consideran buena idea llevar a sus actores a disparar con fuego real (no se les ocurre formarles como una mejor opción) en dependencias policiales, una práctica ilegal que le puede jugar una mala pasada a los funcionarios que lo permiten. Es un gran peligro permitir que personas sin conocimientos ni licencia de armas usen armas de fuego, así luego tenemos dedos dentro de los disparadores, empuñamientos incorrectos, posiciones inestables y prácticas peligrosas.


https://www.niusdiario.es/cultura/cine/guionista-segunda-demanda-contra-alec-baldwin-disparo-mortal-rust_18_3236895058.html





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