- Imagen de La Unidad "Kabul".
¡Atención! ¡espoiler!
En este cierre de la saga, los policías protagonistas de La Unidad se encuentran en la capital afgana para verse con un infiltrado que tiene información acerca de un posible atentado en Europa, pero se ven sorprendidos por la toma de Kabul por los talibanes y sus enfrentamientos entre muyahidines y el ISIS-K, mientras que la OTAN inicia una apresurada evacuación de sus embajadas y personal en el país.
Sus creadores, Dani de la Torre y Alberto Marini querían contar este momento histórico tan relevante mediante esta tercera y última entrega con una visión más universal de terrorismo internacional desde su origen. Reflejar el drama humano que causa y la cultura que lo rodea. Para ello, la producción se ha desplazado a Pakistán, este territorio les serviría como ambientación y allí, pudieron comprobar in situ la auténtica realidad que sufría su país vecino, la actual República Islámica de Afganistán.
Una de las cosas del buen hacer del dúo de creadores es documentarse antes de ponerse manos a la obra. En esta ocasión se sirvieron de periodistas y Geos que habían estado trabajando sobre el terreno y vivido el momento de la evacuación de las embajadas. También, se han esmerado en integrar el vestuario y dialectos adecuados.
La historia contrasta con las dos anteriores, no sigue su línea, pero cuenta con un hilo central conectado a varias subtramas de sus protagonistas. Respeta todos los arcos interpretativos y consigue salirse de nuevo del típico y soso arquetipo de policía que sus creadores ya torean con pericia mediante una imagen natural y humana de sus personajes.
No obstante, no olvidemos que sigue siendo un producto de ficción, por eso se retocan ciertos matices al ámbito escénico.
En la historia se muestra el tremendo choque cultura de oriente y occidente. Se pone al descubierto la realidad de que el peso del poder financiero es el que fija la diplomacia en la guerra o en la paz, rompiendo el sesgo de evitación de la realidad de los espectadores que se nieguen a aceptar que la política no es nada sin el poder del dinero.
La serie está plagada de escenas emotivas, aunque, personalmente, destaca una en la que un niño que vive en un poblado en las montañas es tutelado por su tío con mano dura, sobreprotegiéndolo y no dejando que se acerque a “Marcos” que se esconderá allí de los talibanes, y por ello, convirtiéndose en una amenaza para sus habitantes si fuese descubierto, pero cuando se arriesga a perder la oportunidad de escapar para proteger al niño, su tío cambia radicalmente depositando su confianza en “Marcos”.
Aspectos positivos:
- Es extremadamente necesario conocer el mensaje, porque muestra una realidad innegable. No se trata de buenos y de malos, la realidad va más allá de eso, se trata de humanos contaminados por una cultura salvaje que marca todos los usos sociales, creando una amenaza global que causa sufrimiento y destrucción. No se trata de actos de maldad, se trata de actos cometidos por fanatismo.
- La interpretación de los actores protagonistas, especialmente, la de Miriam Álvarez, en la que ha caído el gran peso del drama.
- Escenas muy explícitas, como la ejecución de los rehenes de los talibanes para evitar que sean rescatados, el proceder de la diplomacia, el cinismo político, las restricciones a la mujer en el mundo yihadista, etc.
- Involucrar en la historia a un personaje directo y su familia como ciudadanos afganos, es decir, externo a los personajes principales, y muy útil para contar aspectos de la historia que serían imposibles.
Ahora vamos con los puntos que, a mi parecer, necesitan mejora:
- La iluminación en tono excesivamente amarillento que sumado al color grading en esa tonalidad le da un toque demasiado artificial a la fotografía originando una atmosfera saturada y lastra el resto del impecable trabajo de ambientación.
- El timbre de voz de una personaje principal interpretando a la médico afgana. Posee un tono demasiado agudo que chirría en el espectador. Este tipo de detalles también son importantes tenerlos en cuenta.
- El personaje de pequeña parte o reparto que hace de “Coronel” no da el perfil, su texto e interpretación no producen credibilidad.
- Las comunicaciones en off de los soldados / agentes cuando se encuentran en pleno ataque… el tono es tranquilo, pausado, poco énfasis… parece que en vez de mantener un enfrentamiento estén relajados entre amigos.
- Escena de rescate a “Miriam”, en esta escena se ven unos GEO llevando a cabo un asalto, y aunque, su aspecto físico es realista, sus habilidades con las armas son nulos, se apuntan entre ellos, no saben portarlas y no concuerdan con la figuración especial habitual que suelen utilizar y que sí dominan el manejo de las armas.
- Escena en una sala en el interior de la embajada y en la que vemos a “Miriam” sentada en una silla, en esta escena ocurren demasiados cruces de personajes (civiles, geos, funcionarios…). Es una costumbre cinematográfica “Made in Spain” de saturar los cruces de figuración. Como resultado, parece que en esa sala haya demasiado ajetreo verosímil y se consigue sacar la inmersión del espectador, dándose cuenta de que es una escena forzada.
- Escena de avance de Geo por los túneles. Los láseres de las armas quedan muy chulos en cámara, pero no se puede apuntar a la pared del túnel a 40 centímetros de distancia, porque no hay ninguna amenaza, por tanto, no tiene sentido y falta naturalidad.
- Escena de persecución a caballo. En esta escena quizá se quería hacer un guiño al final de Rambo III, bien filmada y bonita, pero la falta de naturalidad vuelve a presentarse. Solo en una serie B se reproduciría una persecución de decenas de jinetes armados a tres blindados con ametralladoras pesadas en la torre que abaten a varios jinetes, pero sin que ningún caballo salga dañado. Además, si fuese real, la amenaza de caballería no duraría ni 15 segundos en ser aniquilada, no se trata de un asalto a una diligencia en el Oeste, se trata de persecución a caballo de vehículos que pesan cerca de 4 toneladas cada uno.
Resumiendo:
Sin una conexión fuerte con las dos temporadas anteriores, lo cual no perjudica para nada a esta historia que mantiene a sus protagonistas.
Una historia muy buena que consigue dar una bofetada al sistema poniendo sobre la mesa una realidad incómoda.
Tramas muy acertadas, equipo de arte y vestuario lo borda porque era una temática muy compleja y poco habitual.
El ingente volumen de trabajo hubiese requerido la presencia de un experto en el set que se centre en cada detalle para mantener la coherencia y que no se escape contenido obvio.
https://www.filmaffinity.com/es/film305119.html
https://www.publico.es/culturas/dani-torre-director-unidad-kabul-no-permitir-nina-sea-culpable-haber-nacido-mujer.html
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